Recientemente circuló en redes sociales el caso de un profesor de universidad de aproximadamente unos 65 años, que con muchos trabajos se ha adaptado a esta nueva forma de enseñar a distancia. Sus hijos, unos jóvenes que narraron la historia, pacientemente le enseñaron a su papá a utilizar las herramientas de video conferencia, lo cual le implicó desvelos al profesor para poder prepararse para esta nueva forma de impartir clases.

En una de sus sesiones a distancia, el profesor inicia su clase y los alumnos le empiezan a decir que no le escuchan insistentemente, el profesor nervioso y confundido escucha que uno de sus alumnos le dice presione Alt y F4 al mismo tiempo, lo cual al hacer esto el profesor cerró la sesión.

Al retomar después la sesión, el profesor se da cuenta de que todos se están burlando y el evento se trató de una mala broma.

Este hecho difundido en las redes sociales, nos invita a reflexionar acerca de la carencia de valores en muchos de los niños y jóvenes en nuestra sociedad. No importa cuál sea la modalidad de enseñanza – aprendizaje, la falta de respeto, en este caso, se presenta aún en una clase a distancia.

Sin duda, cada uno de nosotros desde el rol que nos toca jugar podemos contribuir a que el valor del respeto se fortalezca en las familias, escuelas y comunidades. La familia es el ambiente principal donde se aprende este y todos los valores, sin embargo la escuela puede apoyar de manera importante en la tarea de la formación de niños y jóvenes.